La delincuencia no nos va a ganar. Vivir tranquilamente es un anhelo natural del ser humano. El constante desafío de los delincuentes para romper esa paz no nos puede arredrar como sociedad. Caminar por la calle, desplazarse en cualquier medio de transporte, dejar el vehículo en la calle o, incluso en un parqueadero, salir de un banco o de un cajero con algo de dinero, son algunas de las situaciones que producen temor en cada ciudadano; es una sensación que ha venido incrementándose en nuestro país. Ser asaltado, despojado de sus pertenencias, su vehículo desvalijado, su casa o elementos hurtados no pueden ser la constante de nuestros ciudadanos.
En efecto, las estadísticas que presenta la encuesta de pulso social, publicadas por el Dane, en septiembre de 2022, en cuanto a bienestar subjetivo, muestran que, por ejemplo, en algunas de las 23 principales ciudades del país, más del 90 % de las personas encuestadas respondió que se sentían “inseguro” o “muy inseguro” al caminar solo en su barrio, de día.
Pero no es solo la sensación de inseguridad la que nos agobia como ciudadanos. El boletín estadístico del mes de septiembre de 2022, que presenta el Instituto de Medicina Legal, evidencia cifras alarmantes. Por citar algunos delitos: en relación con el año 2021, los homicidios se han incrementado en 172 casos, lo que equivale a un 1,78 %. La violencia interpersonal tiene 18.151 casos más, lo que equivale a un aumento del 39,63 %. La violencia intrafamiliar muestra un incremento de 8.475 casos, lo que representa un 22,91 % más. Los presuntos delitos sexuales han aumentado en una cantidad muy preocupante de 3.694 casos, lo que es igual al 23,95 % de incremento.
Por su parte, las cifras estadísticas que entrega la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación también demuestran un importante y preocupante aumento en delitos como el hurto a personas, hurto a residencias, lesiones personales y hurto de motocicletas.
Las cifras y fuentes citadas, junto con otros insumos, como por ejemplo los estudios criminológicos que produce la Policía Nacional, son recursos de altísima importancia para la formulación de políticas públicas, así como de los planes integrales de convivencia y seguridad ciudadana en los departamentos, distritos y municipios. Estas políticas y planes deberán abordarse desde la seguridad humana que plantea el Gobierno Nacional.
Tal estructura, que desde hace varios años se ha propuesto desde la Organización de la Naciones Unidas (ONU), trata de acercar la seguridad al ciudadano, poniéndolo como el principal actor y beneficiario del proceso y de los resultados. En ese sentido, el enfoque multidimensional de la seguridad ciudadana toca aspectos como la reacción frente a catástrofes, medio ambiente y manejo de migraciones.
El gran reto entonces, ante la amenaza de la delincuencia, es que el enfoque de la seguridad ciudadana, en efecto, lleve tranquilidad y paz. Es claro que la anticipación y neutralización para evitar la comisión de delitos debe prevalecer frente a la sanción penal. Sin embargo, el ciudadano también debe sentir que el Estado está en la capacidad de brindar una respuesta efectiva a cada conducta y delito de los que se mostraron previamente en las estadísticas.
En ese mismo escenario, el delincuente debe tener la certeza de que el ciudadano está protegido y que la Policía, la Fiscalía y los jueces de la República serán implacables frente a la protección de la población. Así las cosas, el mensaje indeclinable por parte del Estado para los delincuentes es firmeza y contundencia. De no ser así, las cifras de delitos y la percepción de inseguridad seguirán aumentando. El reto es grande, pero los delincuentes no nos podrán doblegar.
Por: Coronel (RP) Luis Fernando Rey Tovar
Abogado, Magister en Derecho y en Seguridad Pública,
Administrador Policial, Profesional en Criminalística,
Especialista en Seguridad, en Docencia universitaria y en Derecho procesal, constitucional y justicia militar,
Exjuez Penal Militar,
Docente universitario, Consultor en seguridad