Los habitantes del municipio de Funza, en Cundinamarca, y de las localidades de Engativá y Fontibón, en el Distrito Capital, rechazan de manera tajante la solicitud de la Unidad Administrativa Especial de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) de aprobar una nueva licencia ambiental, que permitiría que la actividad aeroportuaria se ampliara en tres horas (de 10:00 a 12:00 de la noche y de 5:00 a 6:00 de la mañana).
Por María Teresa Blanco P.
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La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), responsable de aprobar o derogar la petición, escuchó durante aproximadamente 12 horas a más 45 participantes en la Audiencia Pública denominada: “Ejecución de las obras de construcción y operación de la segunda pista y/o ampliación del Aeropuerto Internacional El Dorado”. Una a una, las personas y entidades justificaron por qué no se debería aprobar dicho requerimiento, argumentando, además, incumplimientos en los compromisos adquiridos en la Resolución 1034 de 2015 y la no compensación por las afectaciones que genera el puente aéreo.
“Toda la comunidad, toda, de Engativá, Fontibón y Funza, por todas las maneras posibles, en todos los espacios que se han dado, les hemos dicho que no estamos de acuerdo, no ha habido una sola persona de la comunidad que les diga que se amplíe sin problema”, expuso Francisco Gunturiz, ciudadano del barrio Normandía, en la localidad de Engativá.
“¿Qué sucederá con la población cercana al aeropuerto?, si a la fecha no se ha tenido en cuenta ni se ha dado ningún tipo de alivio durante más de 20 años”, añadió Claudia Marcela Cubides, habitante de la localidad de Fontibón.
“El aeropuerto tiene ya una deuda histórica con todas las comunidades afectadas por el ruido, necesitamos que nos escuchen y que se den acciones reales”, objetó Omar Garay, presidente de la Junta de Acción Comunal La Internacional.
Y es que, si el fallo dependiera únicamente de las expresiones y opiniones de las comunidades que rodean al aeropuerto, el veredicto de la Anla sería sencillo de emitir. Sin embargo, la Autoridad Nacional debe medir muy bien la balanza para tomar una decisión que responda a las necesidades del mercado presentadas por la Aerocivil, pero que también proteja los derechos de las personas, atendiendo los impactos negativos que han expuesto. Un tema complejo que aún está en proceso de análisis y evaluación.
¿Por qué aumentar la franja horaria?
La modificación se propone como un mecanismo de mayor flexibilización de las horas de restricción y configuración operacional de las pistas, así como del horario de uso del recinto de prueba de motores, ya que, según la Aerocivil, se prevé una inminente congestión del tránsito aéreo debido a las dinámicas de crecimiento y desarrollo, una vez superados los efectos críticos por la pandemia del COVID-19.
“El aeropuerto El Dorado es la terminal aérea más importante del país. Actualmente, a través de sus instalaciones pasan cerca de 45 millones de pasajeros y casi un millón de toneladas de carga. Esas mismas exigencias, obligan a poner sobre la mesa la posibilidad de que las dos pistas del aeropuerto empiecen a operar las 24 horas del día”, explicó Jair Orlando Fajardo Fajardo, director General de Aerocivil.
Para el Funcionario, este proyecto consolidará a El Dorado como el aeropuerto más competitivo de la región. “Esta licencia está muy atada a lo que es el desarrollo económico de la Nación. Estamos comprometidos en garantizar todas las tareas que tengan que hacerse con el fin de mitigar su impacto”, aseguró.
Aerocivil: ‘la de la vista gorda’


Fajardo, quien reconoció que debe existir una compensación real por la afectación que generaría la actividad aeroportuaria, excluye también los compromisos aún pendientes, por lo que, en voz de los afectados, debería reducir su visión futurista para atender las necesidades actuales de la población aledaña al aeropuerto.
Durante la extensa jornada, en donde los más altos directivos de la Anla (Rodrigo Suárez, director General y Paulo Andrés Pérez, subdirector de Mecanismos de Participación), permanecieron atentos al pie del cañón, el Director General de la Aerocivil presentó el saludo protocolario y se retiró del recinto, situación que, para muchos de los asistentes, demostró su apatía, razón por la que manifestaron su disgusto en las ponencias.
Uno de los participantes, que sin reparo arremetió contra el alto funcionario, fue el representante a la Cámara por Bogotá, José Daniel López. “El Director de Aerocivil no estuvo. Cuando uno lidera una entidad no lo hace para ir a cortar cintas en la inauguración de eventos. Ante la oportunidad de una audiencia pública de un tema tan importante, lo mínimo es que estuviera presente y no se hubiera limitado a venir y dar unas palabras generales para continuar con su agenda. Un tema de elemental respeto”.
En el mismo sentido, el Congresista reiteró que se opone a la propuesta del cambio de horario. “Solicitarles que se niegue la solicitud de reconfiguración operativa para la pista sur del Aeropuerto El Dorado, de modificar, de ampliar el horario de operación debido a los impactos que generan en la comunidad vecina”, refutó.
¡Una deuda histórica!
“No puede seguir siendo un sueño que el aeropuerto beneficie a Bogotá. No nos oponemos al desarrollo, pero estamos cansados de cargar semejante costo”, dijo Edwin Enrique Marulanda, edil de Fontibón, quien también alzó su voz por un no rotundo a la nueva licencia.
El político se refiere a que, después de tantos años de operación del aeropuerto, es insólito que aún existan familias que nunca han tenido contacto directo con alguna organización estatal que garantice sus derechos naturales. Según Andrea Castro Latorre, edil de Fontibón, el ordenamiento legal colombiano está obligando a la ciudad a articularse con el aeropuerto, pero nunca ha obligado a este, generador de riqueza, a articularse con su entorno inmediato.
Con esta tesis, la Edil invitó a la Anla a recorrer cada uno de los hogares que están en el área de influencia y capturar versiones adicionales, es decir, a trabajar en el territorio y no desde el escritorio; solo de esta manera, en campo, podrán conocer los impactos generados durante el plan piloto de la cuestionada licencia, que se ejecutó del 18 de noviembre de 2019 al 5 de abril de 2020. “He hablado con presidentes de las Juntas de Acción Comunal y con habitantes, muchos de ellos nunca han sido abordados, algunos dicen que sus vecinos fueron beneficiados con elementos insonoros que no funcionaron; pero estando en la misma cuadra hay personas que nunca han sido abordadas”.
Una más: la Aerocivil no le paga impuesto predial unificado a Funza


Daniel Felipe Bernal Montealegre, alcalde del municipio aledaño y con mayor afectación por El Dorado, si bien no es enemigo del aeropuerto y reconoce la importancia estratégica que tiene no solo para la región sino para todo el país, también mostró su inconformismo frente al hecho de que la Aeronáutica Civil no pague impuesto predial, teniendo en cuenta que, a la fecha, cuenta con un total de 16 predios en jurisdicción de Funza (equivalentes a 223,25 hectáreas, es decir, 3,19% de la superficie total del municipio). “Estos pagos tributarios nos permitirían solventar otras necesidades de nuestro territorio”, indicó.
Para la Secretaría de Hacienda Municipal, por esos predios y por la cantidad de área que se ocupa, se debería cancelar un monto anual promedio de 2.500 millones de pesos. “Este es un impuesto real, que debería darse y nunca hemos recibido nada. Nosotros necesitamos esa compensación también, no solo por el desarrollo de este proyecto sino porque son dueños de predios en el municipio y la ley no genera ninguna excepción para que algún predio deje de pagar”, expuso el Alcalde de Funza.
Se ha incumplido con el 45% de lo pactado
De acuerdo con la información que reposa en la Alcaldía de Funza, se ha dejado de cumplir con 54 de las 120 obligaciones establecidas en la norma preexistente, a pesar de que, según el mandatario Bernal, en varias oportunidades se les ha solicitado la información para hacer el respectivo monitoreo. “¿Por qué digo que es la que tenemos nosotros?, porque hemos pedido información y no sabemos si se cumplió o no, pero en nuestra base de datos de seguimiento aparecen estos incumplimientos”.
Las falencias presentadas, también denotan el cortocircuito que existe en la comunicación entre quienes están a cargo del cumplimiento de la norma y la comunidad, que, directa o indirectamente, se ve afectada. “Necesitamos saber de manera clara y puntual cuáles van a ser esas contraprestaciones benéficas”, puntualizó el alcalde Bernal.