Nueva investigación por irregularidades en la Picota

Tras el escandalo develado por la Revista Semana de las últimas horas en la cárcel La Picota en Bogotá, la Procuraduría General de la Nación abrió indagación preliminar para establecer responsabilidades de guardianes y otros funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que habrían facilitado el ingreso de sustancias prohibidas, licores, alimentos y visitantes de manera irregular para la fiesta que se realizó en el patio de extraditables el pasado 29 de septiembre.

El procurador delegado para la Defensa de los Derechos Humanos, Javier Sarmiento Olarte, entregó más detalles sobre la actuación.

Semana en su informe reveló que “El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) realizó un operativo sorpresa en los pabellones 30 y 32 de alta seguridad, acción en la que los guardias se incautaron cerca de 200 litros de licor, relojes inteligentes, parlantes, tabletas digitales y más de 130 celulares, entre otros elementos de valor”. 

“La entidad indicó que el procedimiento se llevó a cabo de manera estratégica por orden de la dirección de la cárcel de máxima seguridad La Picota, en la que actuaron grupos especiales del Inpec logrando a su vez detectar dinero en efectivo en los pabellones intervenidos”.

El operativo dejó como resultado la incautación de los siguientes elementos prohibidos:

Celulares: 132.

Tablets: 5.

Parlantes: 19.

Licor: 184 litros.

Relojes inteligentes: 4.

Dinero en efectivo: $400.000.

De la misma manera, el Inpec dio a conocer que “se incautaron varios electrodomésticos, entre los que se destacan televisores, cafeteras, licuadoras, equipos de reproducción de DVD, estufas y neveras, los cuales están prohibidos dentro de los pabellones”, señaló el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario por medio de un comunicado de prensa.

“Desde la Dirección General se seguirán adelantando estos operativos sorpresa tanto en La Picota como en otros establecimientos, con el fin de determinar acciones irregulares y tomar las medidas necesarias que permitan combatir actos de corrupción al interior de los penales del país”, dejó claro la entidad carcelaria.

“La fiesta duró tres días y hasta los guardianes salieron borrachos”. Esa es la versión que, desde la cárcel La Picota, en Bogotá, se conoció sobre la bacanal en que se convirtió la celebración del Día de la Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos. La califican como una fiesta “traqueta”, con licor, cigarrillos, artistas reconocidos, juegos de azar y apuestas. Hasta en celulares quedó registrada la ruidosa rumba que, curiosamente, ni las directivas del penal ni la guardia escucharon.