Aura Raquel García es la Fiscal Sexta de la Seccional Cundinamarca, cuya oficina se encuentra ubicada en el municipio de Funza, donde decidió, primero, encadenarse, para después entrar en huelga de hambre. Los motivos: la abrumadora carga laboral y el maltrato de sus jefes. En entrevista con Elector, deja un testimonio desgarrador. La Fiscalía responde que su caso está en revisión de Talento Humano.
Elector: ¿Cuál es la razón por la que está encadenada?
Fiscal: “Primero que todo, estoy en la calle porque me han dicho que no puede ingresar la prensa a las instalaciones de la Fiscalía, les dieron la orden a los vigilantes de no dejar entrar a los medios.
Soy funcionaria de la Fiscalía hace 28 años. En este tiempo siempre me he desempeñado juiciosamente y he sufrido ya dos veces de acoso laboral por parte de la Fiscalía General de la Nación. En el año 2018 presenté mi primera huelga de hambre en Villavicencio, porque fui objeto de acoso laboral por parte de una directora en ese entonces; seguí todo el proceso y, desafortunadamente, a la fecha no he obtenido ninguna respuesta.
En estos últimos meses, la Fiscal Quinta Seccional de esta unidad (Fiscal Especializada), empezó a presentar una crisis nerviosa de ansiedad, siendo incapacitada por psiquiatría debido al cúmulo de trabajo y a la cantidad de casos aberrantes que se presentan en el circuito de Funza, razón por la cual la coordinadora de esta unidad me solicitó el favor de hacer su reemplazo, a lo que le manifesté muchas veces que no quería aceptar ese despacho, porque es congestionado, en desorden y con cerca de 800 juicios; es absurdo.
Por aceptar un reemplazo
Ella, prácticamente, me suplicó y yo finalmente le dije que aceptaba, pero con diferencia salarial, es decir, que me pagaran como fiscal especializada. Sin embargo, aclaré que era muy difícil por la complejidad del despacho. Finalmente, me dijo que debía hacerme cargo de la Fiscalía Quinta y Sexta.
Soy la Fiscal Sexta y tengo a mi cargo más de 800 investigaciones, aún así debía aceptar la carga laboral del despacho Quinto con 800 juicios. Algo que acepté haciendo la salvedad que debían hacer una escalera para que otra persona me reemplazara en la Sexta y así, sucesivamente, para que no se quedaran los despachos solos, porque no voy a asumir dos despachos; eso es absurdo.
Así pasó el primer mes. El segundo mes llegó la resolución nuevamente y yo les dije: no puedo seguir asumiendo sola los dos despachos. Llamé al señor director de fiscalías y le comuniqué que no podía con los dos despachos, a lo que él me respondió que en tres días me daba una solución, lo cual fue mentira, pasó de nuevo otro mes y no me pusieron el reemplazo.
Un trato inhumano
Al tercer mes de incapacidad de la doctora titular de la Quinta yo dije que no podía seguir con el despacho porque es inhumano; eran jornadas laborales desde las 8:00 de la mañana, infinitas. No me quedaba tiempo de almorzar; no podía ir al baño porque todo el tiempo estaba conectada en audiencias.
En esos 45 días de estar encargada en ese despacho hice 120 audiencias, es decir, casi el atraso que tenían allá, pero, a cambio, el señor director manda una resolución absurda en donde dice: bueno, como no lo quiere hacer prácticamente a las buenas, hágalo a las malas. Envía una resolución, la 00584 del 22 de junio, por la cual se designa un fiscal de apoyo, es decir, vaya trabaje con su despacho sexto y quinto, no le vamos a pagar diferencia salarial, asúmalo.
A esto le respondo que es imposible, que no puedo responder a todo eso. Entonces, me envían un comunicado donde dicen que si no lo hago debo asumir las consecuencias disciplinarias y penales. Ahí inicia el envío de correos electrónicos, en donde no quiero aceptar. El 24 de junio hago una solicitud de derecho de petición, que es contestado hasta julio, en donde, nuevamente, me amenaza; que si no hago caso me veré abocada a asumir las consecuencias de tipo disciplinario y penal.
Elector: ¿Cuáles serían esas consecuencias?
Fiscal: Investigaciones disciplinarias y procesos penales por omisión de mis funciones. Entonces le digo que esto no lo puedo aceptar.
En ese tiempo, por fin, llegó un funcionario al despacho de la Sexta y duró 16 días. Posterior a eso, en retaliación, expide el acto administrativo que es el que me tiene aquí, el 00664 del 18 de julio, en donde dice: bueno, como no quiere, váyase para la Quinta y ya no va a ser más la Sexta; y la Quinta la pasamos para la Sexta. Yo que he sido juiciosa en mi despacho sexto, lo tengo que dejar organizadito, para que la fiscal quinta venga a hacerse allí.
Ya han sido dos actos retaliativos que constituyen acoso laboral, entonces no le voy a aceptar eso. El señor hasta el momento no se ha pronunciado.
El día en que me notifican yo entro en crisis y la ARL me tiene que hacer una intervención, desde hace más de dos meses estoy en tratamiento psicológico con profesionales. Esto no es el deber ser, uno debe trabajar de una forma pacífica, con amor como lo he venido haciendo.
El acoso sexual es su karma
Incluso, yo no debería tener casos de acoso sexual y en el despacho quinto tuve que adelantar muchísimos procesos de delitos sexuales. No puedo estar en estas unidades porque, primero, fui cinco años fiscal de delitos sexuales, lo cual me sacó con ansiedad e insomnio y, segundo, mis hijos sufrieron abuso sexual, porque siempre he estado entregada a este trabajo, dejando de lado la atención de mi familia.
Cuando inicio audiencias de delitos sexuales empiezo a llorar, es una cosa horrible porque entro en crisis de ansiedad. Por eso me encadené y acá me quedo.
Elector: ¿Cuándo decide encadenarse?
Fiscal: El martes 26 de julio, porque el primer día hice una operación tortuga que no dio ningún resultado. Puse mis carteles acá afuera y ahí dentro tengo un espacio de “crimen”, donde puse una cinta y otros carteles. Pero a nadie le importa.
Elector: ¿Qué le solicita a la Fiscalía?
Fiscal: Que el señor Fiscal General de la Nación se apersone de los casos de acoso laboral. Que revoquen la Resolución 00664 del 18 de julio, para que me dejen a mí en mi despacho sexto desarrollando mis funciones (en los años de pandemia fui la única fiscal que trabajó de manera presencial.
Que tengan en cuenta que aquí hay un problema de crisis nerviosa y de ansiedad global. Hay un fiscal que ayer entró al hospital por crisis nerviosa; la Fiscal Quinta está incapacitada por psiquiatría; yo tengo crisis de ansiedad; una fiscal estuvo hace como tres o cuatro meses en la clínica por psiquiatría y ayer un funcionario se infartó en una audiencia por crisis de carácter de ansiedad.
No tenemos personal y quieren que los asistentes vayan a dos despachos a trabajar, sin importar el exceso de trabajo.
No solo es mi problemática, es la problemática de muchos. Las condiciones labores acá no son las mejores. Si bien es cierto que los fiscales recibimos un buen salario, que nos lo merecemos por nuestro arduo trabajo, también merecemos un trato digno y no podemos permitir que nos sigan atropellando de esa manera.
La respuesta de Fiscalía
El director seccional de fiscalías en Cundinamarca, Carlos Manuel Silva, aseguró que, efectivamente, hubo traslado de despacho para la fiscal que ahora se encuentra en huelga de hambre y se hizo a través de un acto administrativo que la misma funcionaria reprochó con un recurso de reposición, que, según Silva, se está revisando por la dirección de Talento Humano para tomar la mejor decisión en pro de garantizar la salud de la funcionaria.