Pablo Ardila Sierra, el mismo que fue Representante a la Cámara (1998-2002) y gobernador de Cundinamarca (2004-2007); además de ser un político reconocido y empresario exitoso en Colombia y en España, se ha caracterizado también por estar a la sombra de la delincuencia de más alto nivel. El pasado 5 de mayo fue capturado en Barcelona.
Este amante de la cacería, miembro del Safari Club International, hijo de Jaime Ardila (propietario del periódico El Espacio hasta el 2013, año en que salió de circulación) y Hellen Sierra, ya había sido capturado en 2007 por orden de la Fiscalía General de la Nación por enriquecimiento ilícito y actos de corrupción durante su mandato como gobernador de Cundinamarca. No obstante, Ardila estuvo detenido solo desde el 27 de diciembre de 2007 hasta el 10 de septiembre de 2010.
También fue investigado por sus negocios en Cuba con el senador Carlos Alonso Lucio y llamado a indagatoria por la Corte Suprema por relaciones con paramilitares, que habrían respaldado su campaña a Gobernador, en el marco del escándalo de la parapolítica.
En 2016, tras un arbitraje inadmisible, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó que lo indemnizaran por “perjuicios materiales”, por lo que recibió una millonaria suma de dinero para resarcir los cuatro días en que no alcanzó a ejercer como gobernador por su arresto.
Desde entonces, y después de casarse con Luisa Margarita Plata Cuadros, se radicó en España, en donde llamó la atención de las autoridades por sus lujos, excentricidades, ingresos y agresiones a su personal. Tras la muerte de su padre en Barcelona se iniciaron una serie de transacciones que ya estaban vigiladas por las autoridades, las cuales desembocaron en una nueva captura.
Los cinco delitos
La detención, que se llevó a cabo el pasado 5 de mayo, en Barcelona, obedece a investigadores de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif), del Cuerpo Nacional de Policía de España, con apoyo de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía (Dijín), en Colombia, en aras de hallar mayor información asociada al caso.
De acuerdo con las pesquisas, Ardila Sierra habría cometido al menos cinco delitos: trata de seres humanos con fines de explotación laboral, abuso sexual, blanqueo de capitales, delito contra hacienda pública, contra el medio ambiente y delito contra la seguridad vial.
Según las autoridades del país europeo, la investigación inició en 2019 con la denuncia por el delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, instaurada por una empleada doméstica, que habría trabajado en Colombia para Ardila y que sería su víctima. Este hecho permitió que los investigadores recopilaran suficientes elementos materiales de prueba que comprometían al exgobernador con otros delitos.
En el reporte se detalla que para evidenciar el actuar criminal de Ardila, fue necesario analizar sus movimientos bancarios, los cuales no eran congruentes, teniendo en cuenta que el capturado poseía seis autos de alta gama (BMW X6, Bentley, Mercedes, Ferraris y un Morgan clásico, alguno de ellos valorado en casi 300.000 euros) y una vivienda ostentosa, que habría sido ocupada por el astro del fútbol Ronaldinho, por la que pagaba 14.000 euros de arriendo al mes, es decir, más de 60 millones de pesos colombianos. Estos elementos llamaron la atención de las autoridades judiciales.
En su vivienda, también fueron hallados 65.000 euros en efectivo, joyas de alto valor económico, once relojes de alta gama (valorados en 700.000 euros), más de un millar de municiones y sustancias estupefacientes, entre otros.
Luisa Margarita Plata Cuadros, su esposa, también está siendo investigada por el delito de intrusismo profesional; según las investigaciones, se hacía pasar por cirujana plástica en una reconocida clínica en Barcelona.
La otra cara
Este bogotano de 52 años, terminó el bachillerato en Estados Unidos, vivió en Alemania y se graduó como economista en La Florida; regresó a Colombia para convertirse en político y empresario. Una carrera exitosa y sin necesidades económicas.
Sin embargo, dando vuelo a sus excéntricos gustos, Ardila se dio a conocer por ser amante de la cacería; muestra de ello fueron las 23 piezas taxidérmicas de caza mayor encontradas en su vivienda en Barcelona, entre las que sobresalen, un león y un oso de grandes dimensiones, así como patas de elefantes y rinocerontes en forma de sillas y taburetes.
Actualmente, este político, empresario y excéntrico delincuente, nuevamente se encuentra privado de la libertad en el centro penitenciario de Brian 1 en la ciudad de Barcelona.
