Ante la llegada de la Comisión Interamericana de Derechos humanos, la Organización exige que se hagan pronto las investigaciones y se castigue a los responsables de los más de 50 jóvenes asesinados.
En su más reciente comunicado, la Comisión de la Verdad hace un fuerte llamado a que el Gobierno Nacional actúe firme, públicamente, contra las acciones violentas que se han hecho desde instituciones del Estado. Asimismo, insta a la ciudadanía a respetar, también, la vida de los uniformados. “Es intolerable que esta explosión de esperanza, allí donde es mal manejada, se convierta en un baño de sangre”.
El documento convoca, igualmente, a no estigmatizar la movilización social, pues esto provoca nuevas indignaciones, sobre todo de los jóvenes ante sus compañeros asesinados, de acuerdo con la historia de la violencia en Colombia que ha sido analizada, la cual enseña que dejar pasar crímenes impunes consolida la incertidumbre y destruye la institucionalidad de la justicia y la democracia.
En este sentido, la Entidad asegura que nace una nueva esperanza con la llegada de los defensores de derechos humanos internacionales, quienes, junto a sus pares nacionales, la Fiscalía y los jueces de la República podrán esclarecer los hechos acontecidos.
Frente a los bloqueos en las vías nacionales que se han desarrollado durante las anteriores semanas y que aún persisten, afirmó que demuestran la determinación de los jóvenes y de las comunidades populares; sin embargo, han llevado al mismo tiempo costos inmensos para el pueblo en alimentación, salud, buen vivir y pérdidas enormes de bienes para toda la sociedad, que no pueden seguir acrecentándose.
Compromiso de la Comisión de la Verdad
Como entidad del Estado, esta Comisión tiene la responsabilidad de escuchar a todas las partes, poniendo en primer lugar a las víctimas, para proponer caminos de convivencia, no repetición y reconciliación, a partir de la diversidad de indignaciones, sufrimientos y perplejidades que surgen en la movilización legítima.
La Comisión afirmó que viene acompañado las marchas que anticipan en cantos y tambores una nación nueva y también ha escuchado y comprendido a los jóvenes que resisten. “Cargamos el dolor desgarrador de más de 50 muchachas y muchachos asesinados. Pedimos que no maten más. Que no haya más torturas, ni violaciones a mujeres, ni desaparecidos, ni heridos de bala”.